Radio nDud´ñéeyü -Nuestra Palabra

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martes, 8 de febrero de 2011

Wirikuta y la minería devastadora




Luis Hernández Navarro


Wirikuta, en Real de Catorce, San Luis Potosí, es la tierra de origen del pueblo wixárica (huicholes). Es donde se reúnen sus dioses, su territorio sagrado.


Cada año, entre los meses de diciembre y enero, llegan hasta allí los devotos en peregrinación. Parten del centro de la tierra, del corazón, de Teakata, lugar en el que reside Tate’warí, el Abuelo Fuego, después de celebrar la fiesta del tambor, del elote tierno y de las calabazas. Para llegar a Wirikuta, el sitio donde salió el sol, caminan 480 kilómetros.


Desde hace más de mil años, la peregrinación es un evento central en la vida de los wixaritari (plural para wixárika). Lo llaman su esencia. En ella recrean el caminar de sus antepasados para que continúen encendidas las velas de la vida, para mantener el equilibrio de la tierra y para conservar su cultura. Los peregrinos llevan ofrendas y adoran y aprenden de la voz de sus dioses lo que dice la costumbre. La ruta es sagrada. La romería se inicia y consagra a personas escogidas en el arte de recolectar el hí’kuri, es decir, en la cosecha del peyote para las ceremonias rituales.


Tan importante es Wirikuta que, en 1999, fue declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) uno de los 14 sitios naturales sagrados del mundo que deben ser protegidos.


La zona de Wirikuta es también, desde 1994, área natural protegida. Abarca 140 mil 211 hectáreas de siete municipios. Cuenta con su plan de manejo de ley, en el que se asienta la prohibición de actividades mineras en la mayor parte de la reserva. En las zonas donde se autoriza efectuarlas se fijan grandes restricciones, como no permitir el vertido de desechos contaminantes o alterar los cursos de agua superficiales o subterráneos.

A pesar de ello, la Secretaría de Economía otorgó 22 concesiones mineras a la empresa canadiense First Majestic Silver para la explotación de plata en Wirikuta. La compañía construirá en ese territorio una carretera para sacar su producción. El proyecto tendrá consecuencias devastadoras para el pueblo wixárika y para el medio ambiente. Los permisos de operación provocarán la contaminación de los ríos, el acuífero, la tierra y el aire. Amenazan la supervivencia de especies endémicas y en peligro de extinción, como el águila real.


Contra lo determinado en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), no se consultó a los wixaritari para aprobar el proyecto minero. Las autoridades mexicanas ignoraron el hecho de que las concesiones violan el Programa de Manejo del Área Natural Protegida de Wirikuta, que abarca casi 70 por ciento de la concesión minera.


El proyecto minero de First Majestic Silver en Wirikuta equivale a instalar una planta de gas en la basílica de Guadalupe, abrir un pozo petrolero en La Meca o construir una termoeléctrica en Jerusalén. Es una ofensa grave a la cultura y la religiosidad de un pueblo histórico para favorecer negocios privados. Tiene, además, el agravante de que se dañará de manera irreversible el medio ambiente.


La zona está dentro del Área de Importancia para la Conservación de Aves (AICA). En ella viven 156 especies, entre las que se encuentran la Spizella wortheni (gorrión de Worthen), incluida dentro de la NOM-059-Semarnat-2001 con el estatus de protegida, y declarada una de las 51 especies prioritarias por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). La zona es también lugar de anidación del águila real (Aquila chrysaetos), que se considera “amenazada” y “especie prioritaria”.


La ofensiva minera en Wirikuta es el último eslabón de una cadena de agresiones contra los wixaritari. A la tradicional rapiña de los ganaderos mestizos contra las tierras indias se ha sumado el hostigamiento contra sus prácticas religiosas y la destrucción de sus sitios sagrados. La lista es larga. La policía ha hostigado a jicareros (peregrinos comisionados por su comunidad) durante sus ceremonias. Grandes empresas agroindustriales, que inhiben la lluvia mediante detonaciones en el cielo para dispersar las nubes, destruyen la vida campesina en el desierto de Wirikuta. Las zonas sagradas en Hara Mara (San Blas, Nayarit) fueron concesionadas a empresas turísticas. Los principales centros de oración han sido mercantilizados. Importantes sitios sagrados fueron inundados por las presas de La Yesca y El Cajón, Nayarit. El proyecto carretero Bolaños-Huejuquilla, en Jalisco, destruyó y sepultó el sitio sagrado Paso del Oso.Ante el avance del proyecto minero devastador de la compañía First Majestic Silver contra la cultura indígena, la salud de la población y el medio ambiente, se ha organizado un amplio movimiento social que exige la intervención de las autoridades competentes para revisar y revocar las concesiones otorgadas ilegalmente a la empresa. Los agraviados demandan, también, que se decrete una moratoria indefinida para evitar proyectos mineros y/o agroindustriales en el área natural protegida de Wirikuta.


Esta posición se ha hecho pública tanto en el Pronunciamiento en defensa de Wirikuta, pueblo wixárika, de septiembre de 2010, como en el Pronunciamiento en defensa de Wirikuta, del Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Waha’a.

viernes, 4 de febrero de 2011

El plan de campaña de 1994 contra el EZLN



Gilberto López y Rivas


En tiempos de filtración de documentos de los ámbitos del poder, recientemente llegó a mis manos un texto importante para entender la perspectiva estratégica y las acciones tácticas de los militares mexicanos frente al histórico levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional iniciado el primero de enero de 1994. Se trata del plan de campaña de la comandancia general de la VII Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) establecida en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, fechado en octubre de ese año.


Redactado por quien ostentaba el nombre clave de S-3 y con el visto bueno del comandante de la VII Región Militar y del general secretario de la Defensa Nacional, el plan establece que el objetivo estratégico-operacional es destruir la voluntad de combatir del EZLN, aislarlo de la población civil, logrando el apoyo de ésta en beneficio de las operaciones, en tanto que el objetivo táctico es destruir y/o desorganizar la estructura política militar de esa organización. En todo el documento se utilizan los términos de “subversivos”, “trasgresores de la ley” y “alteradores del orden” para referirse a los zapatistas, o las iniciales E.Z.L.N. Al respecto, recuerdo en esos años, y en mi calidad de miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación, las afirmaciones reiteradas de los militares de rangos superiores: “¡en México sólo hay un ejército, el mexicano!”
Después de exponer los propósitos centrales del plan, las orientaciones del alto mando establecían lo siguiente: evitar un conflicto internacional con Guatemala, manejar el contacto de los medios de comunicación en beneficio de las fuerzas armadas y limitar los efectos negativos que estuvieran en capacidad de desarrollar las organizaciones de derechos humanos y los organismos no gubernamentales, nacionales e internacionales. Para ello, se deberían ejecutar en forma coordinada acciones tácticas, de inteligencia, sicológicas, de asuntos civiles, entre otras, y una que llama poderosamente la atención de quienes denunciamos en esas fechas el apoyo de Sedena a grupos paramilitares: el asesoramiento y organización de las fuerzas de autodefensa. En este tema, se explicita lo siguiente: “Organizar secretamente a ciertos sectores de la población civil, entre otros, a ganaderos, pequeños propietarios e individuos caracterizados con un alto sentido patriótico (sic), quienes serán empleados a órdenes en apoyo de nuestras operaciones”. Más adelante se mencionan anexos referidos pero no incorporados en el documento; el contenido de uno de ellos era el siguiente: “Describe actividades del Ejército en el adiestramiento y apoyo de las fuerzas de autodefensa u otras organizaciones paramilitares, lo cual puede ser el principio fundamental de la movilización para las operaciones militares y de desarrollo. Incluye además el asesoramiento y ayuda que se presta a otras dependencias del gobierno y a funcionarios gubernamentales locales, municipales, estatales y federales. En el caso de no existir fuerzas de autodefensa es necesario crearlas”. Finalmente, para quienes se han afanado en negar la validez de nuestra denuncia ante la PGR en torno a la existencia de grupos paramilitares entrenados y apoyados por el Ejército, el plan sostiene: “Las operaciones militares incluyen el adiestramiento de fuerzas locales de autodefensa, para que participen en los programas de seguridad y desarrollo”.


La lista de los aliados de los zapatistas o sectores a neutralizar por diferentes medios y las medidas a tomar, acorde a los militares, es significativa: “En coordinación con el gobierno del estado y otras autoridades, deberá aplicar la censura a los diferentes medios de difusión masiva (…) Los principales medios a emplear (por los trasgresores) seguirán siendo la prensa nacional y extranjera, los organismos no gubernamentales, organizaciones de izquierda y religiosas que propugnan la teología de la liberación”. Para la fase de la campaña ofensiva se ordena lo siguiente: “1.- Suspensión de garantías individuales en la entidad: a) desplazamiento forzado de la población bajo la influencia zapatista hacia albergues o zonas de refugio oficiales; b) neutralización de la organización y actividades de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas; c) captura y consignación de mexicanos identificados con el E.Z.L.N.; d) captura y expulsión de extranjeros perniciosos; (…) g) muerte o control de ganado equino y vacuno; h) destrucción de siembras y cosechas; i) empleo de la autodefensa civil…1.- Romper la relación de apoyo que existe entre la población y los trasgresores de la ley”.


La visión castrense del EZLN como organización, en lo político y militar, también llama la atención: “El autodenominado E.Z.L.N., como toda organización maoísta (sic), está constituida por una dirección política, las fuerzas armadas y las organizaciones de masas”, las cuales son: “la parte fundamental y (el) más importante elemento de la estrategia maoísta, (y) se estructura con organizaciones reales o de fachada, en los sectores: magisterial, estudiantil, popular, laboral, étnicas, religiosas, campesinas y otras. En estas organizaciones se desempeñan los comandos, las fuerzas milicianas mexicanas y las guerrillas locales”. En lo militar se menciona que el EZLN está organizado con una comandancia general, con su estado mayor, operando en tres frentes: norte, central y sur, cada uno con un regimiento y sus respectivos batallones, además de los comandos urbanos y rurales (fuerzas especiales selectas), guerrillas locales y fuerzas milicianas mexicanas, dando números precisos de los integrantes de cada uno de ellos.


El plan de campaña prueba que mientras el gobierno mexicano simulaba entrar en un diálogo con los mayas zapatistas, los militares desplegaban la fracasada estrategia de aniquilamiento que Zedillo ordenó el 9 de febrero de 1995.


Al compañero Samuel Ruiz